La semántica importa: Sobre el conflicto Todesca – Bevacqua

Adjuntamos la primera presentación de «La semántica importa», realizadas por Claudio Lozano y Tomás Raffo .

«El mecanismo que utilizaremos en estos ejercicios, se basa en la combinación del análisis semántico con algunos principios de la técnica de la asociación que enseña el psicoanálisis, utilizándolo -obviamente- de manera distorsionada, con fines distintos a los de aquella disciplina. Pretendemos aportar elementos que contribuyan a comprender la realidad vigente,  desde un ejercicio que también apela al humor», explican los autores.

 LA TORRE DE MARFIL: ¿el fin de la ilusión?

(aportes de un lobo feroz)

De castillos, príncipes y lobos feroces

Inauguramos esta sección, entonces, con la frase repetida varias veces por el flamante director del INDEC, Jorge Todesca, quien a la hora de desplazar a Graciela Bevacqua -su segunda en el organismo- decía, palabras más o menos, que la funcionaria “estaba encerrada en una torre de marfil”.

Podemos preguntarnos entonces, más allá de la voluntad de decir de Todesca, y remitiéndonos y haciendo uso de la metáfora por él formulada, ¿quiénes, sino las princesas, son las que estaban encerradas en las torre de marfil de los cuentos medievales? Bevacqua transformada en princesa por efecto de las palabras de su ejecutor, puede iluminar alguna faceta que no queremos explorar. Nos interesa más, la referencia a los cuentos infantiles de princesas y hadas, que la frase conlleva. Qué más podemos agregar entonces? Si Bevacqua, en el decir de Todesca, se transforma en una princesa a la que hay que señalar que no hay torre de marfil, es porque es necesario hacer entender que ese cuento de princesas es pura ilusión. No hay Princesas, No hay Torre de Marfil, decreta Todesca. Pero no sólo eso, sino que siguiendo el mundo de cuentos del que nos habla Todesca, entonces tampoco hay Príncipe Azul. “Macri no es un Príncipe Azul, ni el Macrismo es un cuento de hadas” es lo que con su ferocidad, Todesca nos dice sin decir al enunciar y repetir su metáfora.

De un plumazo y sin querer, la palabras de Todesca adquieren otra dimensión. Ya no estamos en el cuento rosa de las princesas, sino en la cruda realidad donde no hay torre de marfil sino, a lo sumo, lobos feroces que devoran cualquier idealismo respecto a lo que cabe esperar del gobierno en curso. En otras palabras, si el cuento de princesas requiere tiempo para que se produzcan estadísticas confiables y rigurosas,  la cruda realidad del lobo indica que los datos deben estar, a lo sumo, en dos meses “porque la realidad política del país lo exige”, al precio incluso de aparecerse demasiado a la experiencia de manipulación de las estadísticas del gobierno anterior del que, supuestamente, el actual tenía que diferenciarse, por lo menos en el plano de la institucionalidad y las formas. Pero entonces, la frase de Todesca arrastra consigo una afirmación aún más peligrosa, a saber: “en materia de producción de estadísticas, el Macrismo es muy parecido al Kirchnerismo”. Así, Macri ya no sólo no es el príncipe azul sino que aparece como una continuidad de aquel en que se había erigido y constituido como su opuesto: el Kirchnerismo. Horror, para las filas del Macrismo y las del Kirchnerismo. Mentira y abuso de la semántica se nos imputará a buen seguro. «No puedo seguir leyendo estas pavadas» será, seguramente, el sentimiento de muchos afines al gobierno actual y al anterior.

Si usted, lector, aún se encuentra aquí, permítame sugerirle que si proseguimos con el análisis, superando su eventual rechazo, quizás se pueda iluminar algo más del actual gobierno y a ello lo invitamos. Prosigamos entonces. Si Macri es igual a Cristina, por lo menos en la manipulación de los datos (o en su perspectiva a hacerlo, puesto que aún puede cambiar, no lo negamos), tampoco será exagerado suponer que este sea el único aspecto donde Macri sea igual a Cristina. Avancemos entonces.¿Será que en las cuestiones estructurales hay más parecidos entre ambos? En aspectos vinculados con la concentración, extranjerización y primarización de la estructura productiva, aún no se ha visto nada que permita diferenciarlos. Más aún, muchas de las principales medidas van en dirección a profundizar estos problemas. Esta profundización también se observa en los efectos que producen las principales medidas económicas: Devaluación, Eliminación de Retenciones, Aumento de Tarifas, Política de Despidos e imposiciones de techos en las discusiones paritarias, profundizan el ajuste de la economía que había iniciado Cristina Kirchner desde el 2014. Muchos dirán que estas medidas eran inevitables, que la realidad así lo exigía. Otros tantos lobos, justificando la ferocidad de la realidad. Sin embargo, el aporte del lobo principal de este cuento está hecho: Macri, entonces heredero, garante y profundizador de las Políticas de Cristina. Nuevo Horror.

Volviendo entonces a las palabras de Todesca, y para concluir este breve apólogo,  el desmoronamiento de la Torre de Marfil arrastra consigo la figura de Macri como Príncipe Azul para presentarlo como continuidad y perfeccionamiento del Kirchnerismo, donde la ferocidad del lobo, ya no Todesca ni Macri, sino del Establishment Económico, se devora la ingenuidad de aquellos que creían que esto era un cuento de hadas.