Ejecución Presupuestaria – 1er semestre 2025

agosto 11, 2025 IPYPP Comentarios Cerrados

El “superávit” que exhibe el gobierno es una ficción contable. En la primera mitad del año, el SPN registró un saldo financiero positivo de $3,1 billones (0,4% del PBI) gracias a un ajuste feroz en partidas clave: obra pública (-82,6% vs 2023), subsidios a la energía (-80,2%), programas sociales (-46,3%), salarios públicos (-22,2%) y transferencias a provincias (-41,2%).

El gasto primario creció 3,5% interanual, pero solo por la base de comparación licuada de 2024 y por aumentos selectivos en jubilaciones, AUH y PAMI, sin revertir el deterioro acumulado.

En paralelo, los intereses pagados se redujeron, pero los intereses capitalizados de LECAP, BONCAP y LEFI sumaron $30,1 billones. Si se suman, el supuesto superávit se convierte en un déficit real de $27 billones.

En ingresos, la recaudación se sostuvo por los aportes y contribuciones (+24,9% real) gracias a la ampliación de la base imponible, mientras caían Ganancias (-17,2%), retenciones y el impuesto PAIS. El esquema tributario se volvió aún más regresivo, con mayor peso en impuestos al consumo y al trabajo formal.

El FMI exige un superávit primario de 1,6% del PBI en 2025: el 0,9% alcanzado en el semestre no basta y anticipa más ajuste en la segunda mitad del año, en un contexto de estancamiento y caída de la recaudación.