En el presente material se puede constatar que el debate entorno al denominado fifty-fifty (50% para los trabajadores y 50% para los empresarios) que se entablara entre el Secretario General de la CGT y la Presidenta en el marco de la conmemoración del 1ero de Mayo, es falso en un triple sentido.
- Es un debate falso en términos conceptuales. El patrón de acumulación vigente no se funda en la ampliación del salario y la demanda interna como variables claves de su dinámica. Por el contrario, la valorización del capital se sostiene en base a la demanda mundial y al consumo de los sectores más pudientes de la sociedad. En ese marco, es virtualmente imposible que el devenir del proceso de acumulación pueda producir por sí solo una distribución (el fifty-fifty) que es ajena a la lógica de su valorización
- Más aún, ha sido la ampliación de la desigualdad y no su disminución la que permitió abrir la fase de crecimiento acelerado iniciado a mediados del 2002, así como fue la ampliación de la desigualdad (y no su disminución) la que permitió salir del proceso recesivo iniciado a finales del 2008.
- No se puede pretender alcanzar el fifty-fifty en el marco del actual patrón de acumulación sobre la base exclusiva de atender la situación de los trabajadores registrados (como puede ser el caso de los proyectos de participación de las ganancias en las grandes firmas y eliminación del mínimo no imponible). Estos proyectos de por sí aumentan la desigualdad (y no la disminuyen) al interior de los sectores populares (en tanto se amplía la distancia entre los asalariados registrados y el resto de los sectores populares) y no tienen asegurado avanzar en una mayor participación dentro de la economía, puesto que tienen que hacer frente a la resistencia empresaria (hoy expresada en el sostenido aumento de precios) que no solo esteriliza estas mejoras sino que, como lo ocurrido recientemente, puede ampliar la desigualdad.