Se adjunta el Informe “Devaluación y Ajuste” elaborado por Claudio Lozano, Presidente del bloque Unidad Popular, también integrado por los diputados Víctor De Gennaro y Antonio Riestra, luego de analizar el viraje conservador del Gobierno, las exigencias del establishment y la oposición conservadora, Lozano plantea un conjunto de medidas que actúen sobre las causas estructurales.
En el informeparticiparon los investigadores Tomás Raffo y Jaime Farji.
Lozano sostiene que, “luego de una década cargada de un discurso transformador que sólo contadas veces hizo pie en efectivas prácticas de transformación, el gobierno mantiene su relato mientras ingresa paulatinamente en la lógica del dispositivo conservador. Hoy, la suerte de la estrategia abierta el 21 de enero con la “Axeldevaluación”, depende de una suba significativa en la tasa de interés que, si bien puede redundar en una estabilización del tipo de cambio, impactará de lleno en la actividad económica del 2014 que pasará del estancamiento a la recesión.
Las defectuosas prácticas gubernamentales de regulación estatal, nos devuelven progresivamente al camino de la ortodoxia. Frente a la crisis cambiaria, la opción no es la que pretende “el mercado” (es decir los actores de mayor poder económico). Opción que busca eliminar los controles y cuyo efecto es una mayor devaluación y, por tanto, más ajuste.
Sobre las condiciones de vida de la población, la tarea es mejorar y transparentar los controles mientras se avanza en remover las causas estructurales que sistemáticamente llevan a nuestro país a las crisis cambiarias.
Mejorar los controles implica asumir que la administración del mercado de cambios resulta frágil y difícil de sostener en contextos de “escasez de divisas”, si se renuncia (como lo ha hecho desde siempre este gobierno) a “controlar la oferta de divisas”. Este objetivo obliga a promover iniciativas que permitan ejercer un “control público sobre el comercio de granos”, así como también a fortalecer el papel del Estado como expresión de “lo público” en el sector petrolero y minero. Objetivo que también lleva a pensar en nuevas formas de “control público” y desarrollo de la infraestructura de ferrocarriles, puertos, industria naval, almacenamiento de granos, etc. Todas estas, iniciativas que nunca formaron parte de la agenda gubernamental de esta última década».