Presentamos el Informe “Los excesos de Macri”, elaborado por Claudio Lozano junto a Tomás Raffo. En dicho informe, se desarrollan las principales medidas económicas de los primeros 100 días de la gestión macrista y se aborda el cálculo de la estimación de pobreza, indigencia y desocupación que incorpora la nueva gestión.
Para Lozano, “el aumento de la desocupación, la indigencia, la pobreza y, en simultáneo, el incremento de la rentabilidad empresarial, constituyen los excesos de la gestión macrista. El empleo ha caído un 0,8%, los salarios e ingresos fijos se derrumbaron un 14,1% en términos reales, el PBI proyecta una caída del 2,3% para todo el año (0,6% en el primer cuatrimestre) y la productividad por ocupado se mantiene (+0,2%). El resultado de un estancamiento en los niveles de productividad junto a una menor retribución al trabajo, tiene como efecto una mayor apropiación del excedente generado por parte del capital. En criollo esto significa una mayor rentabilidad empresarial.
En concreto, en el marco de la caída de la actividad económica, la redistribución de ingresos propiciada por la política oficial redundó en un aumento del 16,7% en el excedente apropiado por los capitalistas. Así de un excedente empresarial equivalente a $3.363.752 millones, pasamos a otro de $3.923.918 millones. Es decir, $560.166 millones más, que en dólares implica nada menos que $38.696 millones. Por cierto esta expansión del excedente y consecuentemente de la rentabilidad empresarial no tiene una distribución homogénea. Es evidente que el sesgo de las medidas adoptadas privilegian de manera dominante a las firmas de mayor tamaño, al sector exportador, a los bancos, al segmento de empresas asociadas al consumo de los sectores de mayores ingresos, en detrimento de las pequeñas y medianas empresas y de las firmas asociadas al mercado interno de bienes salario y consumo masivo. En suma, la mayor apropiación de excedente por parte del sector empresarial está asociada, a un nuevo proceso de concentración.
Esta mayor apropiación del excedente por parte de los empresarios es el correlato de la caída salarial y los 127.000 despidos que ubican ya la tasa de desocupación en el 9,8%. En este contexto, y aplicando supuestos conservadores, nuestras dos mediciones de pobreza e indigencia nos dicen que las mayores ganancias empresarias se traducen en un incremento de la indigencia que en la menor de las estimaciones alcanza a 82.330 personas más, y que en la mayor asciende a 287.587 más. De igual modo, en solo cuatro meses la pobreza habría crecido entre 463.164 y 917.099 personas. Así las cosas la pobreza se ubica en un rango que va entre 23,9% y 36,4% de la población y la indigencia entre el 6,3% y el 8,9%. Cada vez más lejos de la consigna electoral de “Pobreza Cero”.