Presentamos el Informe “Los dichos de Macri sobre el Empleo”, elaborado por Claudio Lozano junto a Tomás Raffo.
Para Lozano, “en su desesperado afán de frenar el proyecto legislativo que prohíbe el despido sin causa e instaura la doble indemnización, el Presidente y su gobierno no hacen otra cosa que mentir. Su último aporte en la materia es el precario y nulo acuerdo con los empresarios que es presentado como una suerte de sustituto de los proyectos legislativos en debate».
«Obligado por el conflicto social y las demandas políticas, el gobierno termina reconociendo el problema del empleo pero propone una verdadera truchada como acuerdo. Lo firmado con los empresarios es nulo por varias razones. En primer lugar, porque no es obligatorio y solo implica un compromiso de buena voluntad, en segundo término y de manera central, porque se ha llegado al sumun del carácter metafórico del lenguaje: en un compromiso para evitar los despidos, el texto jamás menciona la palabra ‘despido’. Elípticamente se habla de “no reducir planteles” lo cual implica que se les permite a las firmas despedir un trabajador y reemplazarlo por otro en peores condiciones aprovechando la extorción que sobre el trabajador supone un contexto recesivo. Es decir, posibilita flexibilizar y reducir costos laborales. Es nulo también, porque no incluye al Estado como empleador, porque no incluye a todo el universo empresario, y porque no obliga al gobierno a tener que atender los casos de las empresas en dificultades y que frente a la imposibilidad de despedir o pagar la doble indemnización reclamen un papel activo del Estado y de la política económica, para solucionar su situación. El gobierno logra por esta vía que el contexto recesivo siga operando con sus secuelas de concentración y reducción de costos laborales. A cualquier precio, el gobierno pretende sostener lo que en su opinión son los costos benéficos de la recesión. Por un lado disciplina las demandas de los trabajadores obligándolos a aceptar una menor participación en los ingresos y por otro, por esa misma razón y por la caída en el nivel de actividad, permite moderar el alza de los precios.
La mentira del acuerdo, le pone el broche final a afirmaciones falsas de toda falsedad como las que señalaron que la doble indemnización impide la generación de empleo, o la audacia de decir, sin sostén informativo alguno que los sustente, que se habían creado 60.000 puestos de trabajo entre abril del 2015 y el mismo mes del 2016. En el primero de los casos, la historia reciente de la Argentina atestigua todo lo contrario. La doble indemnización rigió entre el 2002 y el 2007 y sin embargo se crearon cerca de tres millones de puestos de trabajo. Obviamente los puestos de empleo no los creó la doble indemnización, sino que fueron el resultado, de la recuperación de la actividad económica del 2002 en adelante. Lo que está claro es que si la economía crece, el empleo se recupera y la vigencia de una norma como la doble indemnización no limita en modo alguno la creación de empleo. Al revés, en un contexto recesivo como el actual, aunque no exista la doble indemnización como norma lo que prima es la destrucción de puestos de trabajo. La cuestión de fondo es la relación entre el nivel de actividad y el nivel de empleo. Casualmente es en ese punto en el que intervienen los proyectos legislativos en debate. Le ponen un límite al proceso recesivo, permiten discriminar entre las distintas situaciones empresarias e interpelan a la política pública para que arbitre políticas que defiendan la actividad económica. Por último la mentirilla oficial respecto a la creación de 60000 puestos de trabajo en el último año es analizada en particular en el material que anexamos y en el cual demostramos que, aun tomando los precarios datos manejados por el oficialismo surge que en el lapso de la actual gestión, se han perdido 22000 puestos de trabajo. Hay que dejar de mentir y discutir en serio la Argentina”.