Los datos laborales en el contexto del ajuste y la desindustrialización

Informe elaborado por Claudio Lozano, donde sostiene que “se vino la noche de manera brutal sobre el Mercado Laboral. Más de 5 millones de personas (26,4% de la PEA), buscan cotidianamente trabajo en la Argentina.

En la comparación interanual, la tasa de empleo cae (hay 131.000 ocupados menos que el año anterior), la desocupación crece del 7,2% al 9,1% llegando al 11,4% en el Gran Buenos Aires y al 12,8% en el Gran Rosario (en total hay 385.000 desocupados más). Hay 370.000 subocupados más y la precariedad laboral se hace manifiesta al observar en el año de aquellos que aún estando ocupados, dada las malas condiciones de trabajo e ingresos que tienen, siguen demandando empleo.

Estos pasan del 14,7% a finales del 2017 al 17,3% en el último trimestre de 2018. En este marco, de por sí lamentable, se destaca la destrucción principalmente de empleos registrados y formales (hay 231.494 puestos formales menos). Se observa también una caída de las ocupaciones de jornada plena (395.000 menos) y un aumento de la subocupación que refleja en gran medida la lógica patriarcal del mercado laboral. En un contexto de emergencia social crece la participación de la mujer en el mercado laboral, pero, como suele ocurrir, en jornadas laborales reducidas. En ese marco, la tasa de empleo de los varones cae, y sube la de las mujeres.

Por último, el sector público es el responsable de la mayor destrucción de puestos de trabajo (142.000 menos) en tanto, el sector privado, es quien más puestos formales de empleo destruye, siendo el sector industrial el principal expulsor de mano de obra. (118.600 ocupaciones menos).

El deterioro laboral que se observa en el último trimestre de 2018, adelanta la expansión de los niveles de pobreza y de indigencia que próximamente publicará el INDEC. Ni empleo decente y de calidad, ni pobreza 0. Deterioro de todo el cuadro laboral y expansión de la pobreza y la indigencia. Si estos eran los elementos con los que había que juzgar la gestión Macri (al decir del propio presidente), es obvio que, más allá de Comodoro Py, el Presidente está procesado y ciertamente debe ser culpable”.