Informe «La distribución del ingreso al primer trimestre 2020. El proceso de polarización social. Herencia y compensaciones insuficientes», elaborado por Agustina Haimovich, integrante del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, y Claudio Lozano, fundador del instituto.
En el material, los autores analizan los resultados de la evolución en la distribución del ingreso publicados recientemente por el INDEC que permiten distinguir las siguientes dinámicas:
- En el primer trimestre de 2020 se registra un incremento de la desigualdad general con respecto al trimestre anterior, que se explica por un claro componente estacional producto del efecto que genera el cobro del aguinaldo.
- Sin embargo, al interior del conjunto de ocupados (despejando el efecto del aguinaldo) se percibe una mejora distributiva entre el estrato de bajos ingresos y los estratos medios y alto.
- En términos interanuales, se produjo un leve descenso de la desigualdad general expresado en el Coeficiente de Gini, debido principalmente a la mejora experimentada en el estrato medio en relación al estrato alto.
- Sin embargo, esta leve mejora queda opacada por el mal desempeño sufrido por la población de más bajos ingresos, lo cual se traduce en un incremento de la brecha entre el promedio de ingresos percibido por el 10% más pobre y el 10% más rico.
Los niveles elevados de desigualdad que experimenta la sociedad argentina resultan aún más preocupantes si se tiene en cuenta el carácter insuficiente de los ingresos que percibe un amplio conjunto de la población para garantizar las condiciones materiales de vida de forma adecuada. A comienzos de este año, aproximadamente el 10% de los hogares percibe ingresos inferiores a la Canasta Básica Alimentaria para una familia tipo ($17.300 en Marzo), mientras al menos 4 de cada 10 se encuentran por debajo de la Canasta Básica Total (casi $42.000 en Marzo).
A raíz de la irrupción del coronavirus, cuyo impacto se reflejará recién en los resultados del segundo trimestre, se espera para los próximos meses un nuevo golpe regresivo en la distribución, que podrá ser mitigado parcialmente por las políticas de contención implementadas por el Gobierno, en la medida que las mismas tiendan a reforzarse y acentuar su carácter progresivo. De lo contrario, la etapa “pos-pandemia” nos encontrará con una severa ampliación de la ya elevada brecha entre ricos y pobres.