Claudio Lozano: ¨tener en claro lo ocurrido durante el primer año del acuerdo con el Fondo es más que suficiente para entender cuáles son las políticas que un gobierno popular no debe seguir y que, urgentemente, debe modificar. Entre el segundo trimestre del 2022 y el primer trimestre del 2023, en el marco de la duplicación de la tasa de inflación, los haberes jubilatorios, las pensiones no contributivas y la Asignación Universal por Hijo, perdieron entre el 4% y el 5,3% de su poder adquisitivo respecto del año anterior. Los haberes jubilatorios con el agregado de los bonos que el Gobierno incluyó ante el fracaso de la fórmula de movilidad frente a la escalada inflacionaria, evidencian que tienen un impacto inicial de recuperación para luego verse erosionados por la evolución de los precios. Al primer trimestre del 2023, se ubicaban un 0,6% por debajo del año anterior. A la vez, los planes Potenciar Trabajo, así como también la Asignación Universal por Hijo, reforzada por la Tarjeta Alimentar, también muestran caídas en su poder adquisitivo interanual en el primer trimestre del 2023 de entre el 3% y el 4%.
Lo expuesto, sumado al retraso salarial (-2,3% interanual) completa el cuadro que explica el aumento de la pobreza por encima del 40% a finales del 2022 y llegando al 42,3% en el primer trimestre del 2023. También arroja luz sobre el dato político de la semana anterior, donde más de 300.000 personas se dieron cita frente al Ministerio de Desarrollo Social, convocados por organizaciones territoriales alineadas o vinculadas al Frente de Todos junto con las organizaciones que integran la Unidad Piquetera, para reclamar por el grave cuadro social vigente.
Para quienes no entiendan esto, el Boletín Sociolaboral que aquí presentamos, arroja elementos para tener en claro, la dramática situación social que atraviesan los trabajadores argentinos.»
Evolución de la variación trimestral real en conceptos de ingresos seleccionados. Deflactado por la CBT (excepto las prestaciones para la población menor de 18 años deflactada por CBA).
Fuente: Elaboración IPYPP en base a ANSES, MECON e INDEC.
En este documento presentamos, por un lado, una radiografía de la situación del mercado de trabajo, que amplía los resultados expuestos en informes anteriores. Por otro lado, se indaga sobre la incidencia de la pobreza y las principales estrategias de subsistencia desarrolladas por los hogares. Una breve selección de datos indica que:
- Trabajo: La tasa de desocupación es baja porque el problema más importante del mercado laboral es la mala calidad del empleo generado. La presión sobre el mercado laboral, que supera a la desocupación, alcanzó al 21,7% de la PEA mientras la disponibilidad de la fuerza de trabajo fue del 28,2%. La precarización trepó al 47% de la fuerza laboral. Casi 8 de cada 10 trabajadores jóvenes tienen inserciones laborales precarias.Por otra parte, la sobreocupación afecta al 29% de los ocupados, de los cuales 13% son asalariados/as registrados/as. Si se hiciera efectivo el control de la jornada laboral vigente se generarían casi 746 mil de puestos de trabajo. Salarios: los ingresos laborales promedio rondaron los $93.419 mensuales. Al contrastarlos con las canastas básicas surge que el 30,5% de los/as trabajadores/as son pobres y el 5% son indigentes. El 35,8% de los/as trabajadores/as gana menos que el salario mínimo en su ocupación principal (el 27,4% en el caso de los varones y 46,7% en el caso de las mujeres).
- Política de ingresos: Una cuarta parte de la población vive en hogares que reciben transferencias del Estado dirigidas a sectores de bajos ingresos. Sin embargo, ninguno vive exclusivamente de subsidios ya estos representan apenas el 16% del ingreso familiar. La mayor parte, el 72% de sus ingresos, proviene de trabajos con bajo nivel de retribuciones.