Los primeros 90 días de ejecución fiscal mileista son reflejo de la decisión oficial de reducir al máximo el gasto público a través del recorte de partidas, la desatención de funciones y la licuación de prestaciones. Esta política que permitió en enero y febrero anunciar el pronto cumplimiento del mentado superávit fiscal se basó fundamentalmente en licuar el valor de las jubilaciones, pensiones y salarios públicos, reducir el alcance de los programas de asistencia social y eliminar las inversiones de capital. El límite claro a este modelo de intervención fiscal no virtuosa es el impacto de la recesión en la recaudación tributaria que se reciente alejando la meta fiscal y obligando continuamente a mayores ajustes.
• Durante el mes de febrero el ajuste del gasto público fue del 32,8% que sin considerar el pago de los intereses de deuda alcanzó un recorte mayor, del 36,4%. En promedio, los 3 meses de la nueva gestión, acumulan un ajuste del gasto del -28,2% en el marco de la duplicación del pago de intereses de deuda.
• La inversión pública es uno de los componentes más castigados verificándose que en el primer trimestre del gobierno de Milei la redujo en un 73,1% i.a. (en febrero el recorte fue del 88%i.a.)
• La recaudación por imposición interna comienza a deteriorarse provocando un ajuste real del 6,3% i.a. en los ingresos totales del mes reduciendo casi a la mitad el superávit primario mensual que pasó de $2 billones en enero a $1,2 billones en febrero.
• La partida del presupuesto más perjudicada fue jubilaciones y pensiones (-55,3% ia.r.) y en segundo lugar, las transferencias corrientes a provincias que perdieron en el periodo -34% ia. por la decisión política de suspenderlas.
• Por su importancia en el total del gasto y por el ajuste real operado, las partidas que más contribuyeron al ajuste real del gasto primario en el trimestre fueron: jubilaciones y pensiones -que aportó casi la mitad del ajuste-, el gasto de capital, los programas sociales, los otros gastos de funcionamiento y los salarios públicos. Estas 5 partidas explican el 88% del ajuste real total operado sobre el gasto primario en el periodo.
• De los gastado desde diciembre a febrero se verifica que 30 de cada 100 pesos fueron a pagar intereses de deuda mientras se destinaron sólo 4 al pago de jubilaciones y pensiones (al descontar los recursos propios del sistema). De 100, se destinó solo 12 a salarios del Estado Nacional, 8 a los programas sociales, 4 a PAMI, 3 a universidades, etc.
• Lo ocurrido con el presupuesto de la APN también permite verificar la “contabilidad creativa” detrás de los resultados superavitarios explicados, además del ajuste, por la demora en el registro de pagos que se da mayormente en las ayudas sociales, asignaciones familiares y jubilaciones, retiros y pensiones. Este subregistro equivale al 90% del superávit primario del SPN en los meses de enero y febrero
Estos puntos en detalle y otros pueden consultarse en el presente documento.