Para Lozano, “la mejora moderada en los haberes jubilatorios, que garantiza la nueva fórmula de movilidad aprobada por la Cámara de Diputados, implica una inversión previsional de escasa relevancia y que no conmueve en absoluto las cuentas fiscales del Gobierno Nacional.”
“Que el presidente plantee frente a esto, la decisión de vetar esta propuesta, no constituye una decisión de política económica, sino un verdadero acto de crueldad con un sector de la sociedad que viene padeciendo sistemáticamente una enorme postergación.”