POR UN PAQUETE FISCAL QUE TERMINE CON LA VIOLENCIA DEL HAMBRE EN LA ARGENTINA.
Claudio Lozano presidente de Unidad Popular sostuvo que “mientras el Parlamento argentino discute un paquete fiscal que carga el peso de los impuestos sobre los trabajadores y los monotributistas, el mundo está discutiendo un impuesto mundial a las transnacionales y un impuesto sobre los multimillonarios.
Mientras el gobierno que se dice libertario inventa supuestos actos de violencia y golpes de Estado y convoca a un Pacto cuya clave número uno es el equilibrio fiscal y el déficit cero, la sociedad argentina asiste al crecimiento de la mayor violencia y la mayor restricción a las libertades, que es la expansión acelerada del hambre en nuestra sociedad.
Durante el 2023 la pobreza creció en casi 2 millones de personas, pero la indigencia acumuló más de 3 millones de argentinos y argentinas. Y en base a las estimaciones disponibles, durante el primer trimestre del 2024, cayeron en la pobreza 5 millones y medio de personas más y en la indigencia 2 millones más de argentinas y argentinos. Es decir, que hay un creciente empobrecimiento de los pobres. Más de 8 millones de personas pasan hambre en nuestro país.
Por eso, en este trabajo, planteamos que es posible financiar un ingreso básico universal para toda la población en edad laboral que no tiene garantizado un ingreso o salario formalmente comprobable, un ingreso básico equivalente al valor de la canasta básica alimentaria para un adulto que el INDEC publica mensualmente y que a mayo ascendió a 125.236 pesos. Planteamos también un complemento salarial y previsional del mismo monto para aquellos trabajadores formales con salarios inferiores al salario mínimo y para los haberes debajo del haber mínimo junto con las pensiones no contributivas y la PUAM. El Ingreso Básico Universal requiere de un financiamiento equivalente al 1,7% del PBI y los complementos salarial y previsional mencionados implican un 0,7% del PBI adicional.
Proponemos financiar esta medida urgente con un impuesto a la riqueza y los patrimonios superiores al millón de dólares, gravando en mayor medida la riqueza que se encuentra fuera del país y con un impuesto a la ganancia presunta de las 500 empresas más grandes de la Argentina. A la vez, los complementos salariales y previsionales se financiarían con el replanteo y la reducción de los gastos tributarios, (exenciones vigentes). Más de 10.000 millones de dólares de mayor recaudación que procederían dominantemente del aporte de las primeras 50 fortunas y de las primeras 50 empresas de nuestro país.
El primer punto para cualquier Pacto que quiera reconstruir la Argentina es terminar con la violencia del hambre y el modo de garantizarlo es con un impuesto sobre las principales fortunas y la ganancia presunta de las grandes empresas.
Por un paquete fiscal que termine con la violencia del hambre en la Argentina.»