Elaborado por IDEP e IPyPP, este informe expone un ajuste drástico del gasto público del 26% en términos reales que permitió alcanzar un superávit financiero del 0,3% del PBI, pese a una caída del 5% real en los ingresos fiscales. El recorte se concentró en áreas sensibles como la obra pública, que sufrió una reducción del 76%, además de recortes en jubilaciones y pensiones, programas sociales, transferencias a provincias y salarios, impactando de forma directa en la infraestructura, los ingresos de la población más vulnerable y el financiamiento de servicios esenciales a nivel local.
Entre las principales conclusiones, el informe destaca que el superávit fiscal se sostuvo gracias a recursos extraordinarios provenientes de regímenes especiales, como el blanqueo de capitales y moratorias impositivas y el impuesto PAIS que no estarán disponibles en 2025. Esto anticipa la necesidad de nuevos recortes en el gasto público si se pretende mantener el equilibrio fiscal sin aumentar los ingresos, lo que podría profundizar el ajuste sobre salarios públicos, subsidios y programas sociales, ya fuertemente afectados en 2024.
⚠️ El informe advierte que este modelo de ajuste fiscal deja una «deuda invisible»: el deterioro de la infraestructura pública, la fragilización de los sistemas de protección social y la pérdida de capacidad del Estado para impulsar el crecimiento económico.