Informe sobre la situación financiera en la provincia de Santa Cruz, elaborado por el IPyPP que coordina Claudio Lozano y en cuya elaboración participó también Mariana Rivolta. El mismo ilustra las razones por las cuales las limitaciones fiscales que hoy exhibe la provincia de Santa Cruz explican la conflictividad social hoy existente y que contrastan con la riqueza mineral, ganadera e ictícola que exhibe la provincia.
Para Lozano, “el punto clave consiste en entender que la provincia (por lejos la más deficitaria del país respecto a sus gastos) no cubre con sus recursos totales ni siquiera sus gastos corrientes. Más aún, dichos gastos resultan absolutamente inflexibles ya que se concentran básicamente en salarios y jubilaciones.
Los datos que exponemos indican el absurdo que podría implicar pretender resolver la situación vigente por vía de la reducción de los salarios o el empleo estatal. Aun si se ajustara el gasto salarial bajando los salarios a la mitad, ni aún así se eliminaría el déficit. No solo se terminaría de incendiar la Provincia, sino que tampoco se lograría sustentabilidad fiscal. Sin embargo, otro es el panorama por el lado de los ingresos provinciales. En este sentido, la información que presentamos muestra que hay margen para ese objetivo.
La escasa autonomía presupuestaria de la provincia radica en que la presión tributaria provincial es, comparativamente con el resto del país, muy baja. Representa apenas el 3,7% del Producto Geográfico Provincial cuando la media de las provincias se ubica en torno al 6% y hay provincias como Misiones donde la recaudación representa el 9% de su PBG. Si Santa Cruz recaudara el equivalente a la media provincial reduciría en un 30% su déficit y si recaudara lo mismo que Misiones lo achicaría en un 70%. Asimismo, las regalías que la Provincia cobra si bien son similares a otras provincias, se asientan dominantemente sobre la declinante producción de hidrocarburos y no se concentran sobre las actividades más dinámicas de la minería. Obsérvese que desde el 2001 para acá mientras la producción de petróleo cayó un 35% y la de gas un 51,6%, la producción de oro creció un 46% y la de plata un 214%.
En síntesis, la necesaria asistencia nacional a la provincia debe asociarse a una reforma fiscal que privilegie el incremento de la recaudación provincial y que asocie la recaudación por regalías a las actividades más dinámicas. Junto a estos objetivos debe encararse una reforma productiva que cuestione el paradigma extractivista y exportador de la provincia y que asocie la explotación de sus recursos minerales a encadenamientos productivos locales”.