Informe “El deterioro de las jubilaciones. El deterioro del haber mínimo a partir del último aumento por movilidad”.
Para Lozano, “las últimas decisiones gubernamentales ratifican que: El ajuste practicado por el gobierno de Alberto Fernández sigue afectando el poder adquisitivo de nuestros jubilados.
Tomando en cuenta el 15,6 % de aumento otorgado, el año 2022 finalizará con un aumento del haber mínimo del 72,5 %. Por tanto, considerando que la inflación rondará un 99,4%, el deterioro real acumulado por el haber mínimo alcanza al 13,5%, cuestión que se profundizará hasta febrero (mes previo al próximo aumento) en que el deterioro del haber ascenderá al 16,2 %.
Observando lo ocurrido desde la vigencia de la nueva fórmula de movilidad, de los ocho aumentos otorgados, cinco estuvieron por debajo de la evolución de los precios. Esto ratifica que ninguna fórmula es mágica (tal cual creían los funcionarios que actuaban en ese momento particularmente el Secretario Roberto Arias). En un contexto de desaceleración de la actividad económica, caída de los salarios reales y aceleración inflacionaria, la fórmula no logra evitar el recorte del poder adquisitivo de los haberes.
Este aspecto fue advertido por nuestro espacio político al momento de discutirse la fórmula, indicando que para no quedar presos de una fórmula que podía fallar había que establecer un piso por el cual los haberes siempre recibieran por lo menos el aumento acumulado por los precios en el trimestre. Era el modo razonable de cumplir con el compromiso tomado por el Frente de Todos de no permitir un mayor deterioro de los haberes.
Las tozudas argumentaciones del ex Secretario no habilitaron la corrección sugerida y los resultados están a la vista. El gobierno de Alberto Fernández agravó el deterioro sufrido por los haberes jubilatorios permitiendo un retraso que hasta diciembre de este año asciende al 13%. De este modo la pérdida vivida por la mayoría de los jubilados respecto al 2015 asciende al 28%.
Corresponde agregar que el gobierno intentó subsanar este problema entregando bonos. Obviamente esto no resuelve la cuestión ya que el bono se otorga por un plazo determinado, pero no se integra al haber jubilatorio. Por ende, cuando se da el aumento siguiente, se lo calcula respecto al haber ya retrasado. Razón por la cual el monto del aumento se reduce.
Pero, además, considerando el haber más el bono de 10000 pesos otorgado, con el haber más el bono que se diera en diciembre del 2021, la pérdida de poder adquisitivo es mayor aún, la caída interanual llega al 18,7 %. Esto refleja que no sólo el gobierno permitió el retraso del haber, sino que además no mantuvo el poder adquisitivo del bono otorgado.
Así las cosas, comparando el haber jubilatorio mínimo resultante del último aumento con la Canasta de necesidades de un Jubilado, surge que el haber mínimo solo cubre el 29,3% de la misma y considerando el bono solo se cubre el 35,1%.»