En este documento presentamos un conjunto de información estadística sobre: Indicadores de la producción, Precios y distribución, Cuentas fiscales, Sector externo, Indicadores monetarios y financieros, Mercado de trabajo, Configuración Social.
Los nuevos datos dan cuenta de un cuadro de extrema fragilidad económica y social, que se manifiesta en los siguientes aspectos:
Se consolida el enfriamiento económico: En Marzo, el Estimador Mensual de Actividad Económica creció apenas un 0,1%, reflejando una economía más bien estancada. Sin embargo, la crisis amenaza con profundizarse a raíz de la sequía y de las tensiones cambiarias y financieras. En un marco de mayores restricciones a las importaciones, nuevos aumentos en la tasa de interés y el deterioro del poder adquisitivo, las últimas proyecciones publicadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA indican que para 2023 se espera, en promedio, una caída del 3% en el PBI.
La inflación se acelera aún más: En Abril el IPC fue del 8,4% mensual y del 108,8% interanual, superando una vez más los niveles de inflación esperados y evidenciando el total fracaso de la política de Precios Justos para controlar esta dinámica. En este contexto, las medidas adoptadas bajo el acuerdo con el FMI no hacen más que acelerar el proceso inflacionario, al incrementar la devaluación mensual del tipo de cambio oficial, recortar los subsidios y por tanto incrementando las tarifas, y aumentando la tasa de interés.
Se agrava el déficit fiscal a pesar del ajuste: luego de haber sobrecumplido la meta fiscal en 2022 y de continuar con el ajuste exigido sobre el gasto público, los primeros números fiscales de 2023 muestran un aumento del déficit que se debe, fundamentalmente, a la contracción de la recaudación tributaria vinculada al comercio exterior. El ajuste real en el gasto primario en los 4 primeros meses del año alcanza el 7% interanual, pero una caída real mayor de los ingresos fiscales (-13% i.a.) llevó el déficit primario del cuatrimestre hasta $1 billón: +84% real que en el mismo periodo de 2022.
El deterioro del frente externo se profundiza por la sequía: el 1er trimestre de 2023 registra fuertes caídas en las exportaciones principalmente vinculadas al efecto de la sequía. Las importaciones también resultaron menores a 2022 en el marco de una política de crecientes restricciones a las operaciones que pretenden retener las escasas Reservas Internacionales del BCRA. El saldo negativo de la balanza de servicios así como los pagos de intereses y dividendos y préstamos en moneda extranjera contribuyen a la importante pérdida de reservas internacionales del Banco Central. Con una caída interanual de las exportaciones de 27,8%, a pesar de la contracción de las importaciones de casi 12% i.a., el saldo comercial cayó 94%. La pérdida total de reservas internacionales del BCRA del trimestre fue de US$6.000 millones.
Se incumplió la meta monetaria pero se mantiene una política contractiva: En Mayo el BCRA giró al Tesoro un monto de adelantos transitorios que superó el tope previsto en la meta acordada con el FMI, lo cual se suma al incumplimiento previo de las metas fiscal y de reservas. Por otra parte, frente a la aceleración de los precios, la tasa de política monetaria volvió a subir en Mayo y se ubica ya en el 97%, lo que implica una tasa efectiva anual del 154,9%. Esto genera una expansión monetaria notable por el pago de intereses, que luego debe ser absorbida vía emisión de LELIQ o pases. En Abril, el stock de pasivos remunerados del BCRA creció un 144% nominal interanual, mientras el pago de intereses por estos instrumentos se incrementó nada menos que un 462%.
El empleo informal mantiene su protagonismo y los salarios siguen cayendo: Según los datos del SIPA a Febrero 2023, crece la relevancia de las inserciones precarias en el incremento del trabajo registrado. Si bien el empleo asalariado formal en el sector privado se incrementó un 4,2% interanual, el conjunto de monotributistas casi que triplicó ese crecimiento (+11,7% interanual), impulsado principalmente por el segmento de más bajos ingresos, registrado bajo la categoría del monotributo social. Respecto a los salarios, los datos disponibles a Marzo dan cuenta que el nivel general de salarios tuvo una caída interanual del -0,9% real. Se ubican así un 2,7% por debajo del nivel de Diciembre 2019 y un 26,6% por debajo de Diciembre 2015.
Las prestaciones sociales se recortan en términos reales: Teniendo en cuenta la inflación de Abril, las prestaciones actualizadas por movilidad (haberes jubilatorios, asignaciones familiares y pensiones no contributivas) tuvieron un deterioro real interanual del 13,9%. Así, su poder de compra se ubica un 21% por debajo de Diciembre 2019 y un 35% por debajo de Diciembre 2015. Si bien el deterioro del haber mínimo ha buscado compensarse mediante bonos extraordinarios y la AUH se ha complementado con la Prestación Alimentar, ambos mecanismos se encuentran sujetos a discrecionalidad y no siempre logran evitar el recorte en los ingresos de las familias receptoras. En este escenario, el 41% de pobreza podría constituir un piso que tenderá a agravarse frente al cuadro de recesión económica y aceleración inflacionaria inducido por el acuerdo con el Fondo y agravado por la sequía.