Claudio Lozano coordinador del trabajo que se adjunta concluye que “el 1° de Mayo del 2013, luego de años de vigencia del autodenominado modelo de inclusión social nos sigue devolviendo un cuadro laboral no solo signado por los salarios bajos (8 de cada 10 trabajadores ganan menos de $6000) sino también con profundos límites en materia de creación y calidad de empleo«.
«Demostramos ya en un trabajo anterior que los trabajadores solo percibían como pago apenas 2 horas de las 8 que trabajan. En este señalamos que finalizado el año 2012, lo que se observa es una situación de estancamiento en la generación de empleo, a la cual se arriba como resultado de la destrucción de empleo formal en el sector privado compensado apenas por la creación de empleo en el sector público y el aumento del cuentapropismo y la informalidad. En el año 2012 se destruyen 109.000 puestos de trabajo (81.000 en el sector formal) que son compensados por la creación de 134.000 empleos no asalariados de carácter dominantemente informal. Así las cosas el estancamiento en el empleo, el deterioro en la calidad del mismo, en el marco de un universo donde prácticamente el 50% de la fuerza laboral está fuera del circuito formal, y el deterioro del poder adquisitivo definen las condiciones de la conflictividad social vigente, determinan los nuevos límites del consumo gubernamental y hablan, a las claras, del agotamiento de los rendimientos sociales del modelo oficial”.
En dicho informe se analiza la generación de empleo en términos de volumen, calidad y composición sectorial para observar los límites que tiene el actual modelo; se observa que el cuadro ocupacional hoy vigente es prácticamente el mismo que el de un año atrás y se demuestra que el discurso oficial que afirma “la inclusión social por vía de trabajo de calidad” no encuentra sustento en los propios datos oficiales que produce el INDEC a través de la EPH.
Este trabajo fue realizado con la participación del equipo de investigadores del IPyPP, integrado por Ana Rameri, Agustina Haimovich, Mora Straschnoy y Laura Pacífico con la co-coordinación de Tomás Raffo.