Se adjunta el Análisis de las Elecciones Generales. Comparación con la PASO 2015, elaborado por Claudio Lozano, junto a Tomás Raffo.
El presente informe, en cuya elaboración participaron Ana Rameri (responsable general), Agustina Haimovich y Alejandro Joel Ventura, analiza el traslado de votos según jurisdicciones territoriales ganadas y perdidas por las distintas fuerzas políticas, a partir de la comparación de los resultados en las PASO 2015 y en las elecciones del pasado 25 de octubre.
Algunas conclusiones del material adjunto:
– mayor participación electoral de la ciudadanía que alcanzó el 79%.
– sustancial reducción del voto en blanco (-620.606) y también del voto nulo (-50.335).
– concentración en tres fuerzas que sumaron el 92,5% del total de votos.
– Scioli necesitaría capturar el 49,06% de los 7.035.989 votantes que participaron el 25 de Octubre y no votaron ni por él ni por Macri. El logro de semejante captura de votos implicaría una performance electoral de Scioli respecto de los nuevos votantes de un 337,5%.
1) En tanto este número baje (337,5%) por aumento del voto en blanco, de los nulos o de los ausentes, el porcentaje de votos de Scioli crece y sus necesidades en relación a los nuevos votantes son menores. Por otra parte, hay otro elemento que puede favorecer la performance de Scioli. Se trata del hecho de que el Frente Renovador de Sergio Massa se estructura sobre un núcleo duro resultante de la fractura del Justicialismo. Habrá que ver si este hecho, que involucra a los más de 5 millones de votantes de Massa, implica una modificación en las tendencias que han dominado hasta ahora a los votantes que no han acompañado a ninguno de los dos candidatos al balotaje. Hasta aquí ha primado en el voto la tendencia a la oposición al Gobierno. Dicho de otro modo, al gobierno nacional no le alcanzó para ganar en primera vuelta. Habrá que ver si la tendencia dominantemente opositora disminuye poniendo en discusión el sentido del cambio en razón de la perspectiva que plantea un eventual gobierno de Macri.
2) Las tres fuerzas que acapararon los votos son el resultado de la implosión del bipartidismo argentino acontecido en el marco de la crisis del 2001 y 2002 y de una reconfiguración del mapa electoral en base a la fractura del Partido Justicialista, la desaparición de la UCR como opción nacional y su transformación en soporte de la propuesta nacional de Mauricio Macri y la evaporación de las experiencias progresistas constituidas por fuera de las estructuras tradicionales.