Adjuntamos el Informe «Los magros beneficios en la balanza comercial con EE UU», elaborado por Claudio Lozano en el marco de la discusión respecto a cómo plantear las tan mentadas ‘relaciones maduras con los Estados Unidos’ tras la visita de Obama.
En su trabajo, Lozano analiza los principales temas que jalonaron los acuerdos firmados entre ambos mandatarios, para concluir que: “ningún aperturismo ingenuo, ni en materia de comercio (Ver Cuadros 2 y 3) ni en materia de inversiones (Ver Cuadros 4 y 5) podrá modificar el carácter negativo de la relación bilateral. El compromiso de las firmas norteamericanas de invertir 2.300 millones de dólares en el próximo año y medio representa apenas medio punto del PBI. En tanto que el compromiso de invertir 13.800 millones en cuatro años lleva el porcentaje a un exiguo 0,76% del producto.
Si a esto agregamos el hecho de que las ventas totales de las empresas norteamericanas que participan de la cúpula representan el 6,3% del PBI total, queda claro que el compromiso de inversión resulta más formal que real. Ni siquiera podría decirse que cumple con los montos necesarios para la reproducción vegetativa del capital existente”.