Adjuntamos Informe elaborado por Claudio Lozano y Tomás Raffo en el que sostienen que “el dato de 32,2% de pobreza publicado por el Nuevo INDEC ha sido un verdadero cachetazo estadístico para el relato mentiroso que construyera la gestión anterior respecto a la difícil situación que atraviesan millones de argentinos.”
Para Lozano, “lejos de dar lugar a la autocrítica seria y responsable para colocar este tema en el centro del debate político, han iniciado una ofensiva que emana de algunas de sus usinas intelectuales (CESO), políticas (Kicillof) y mediáticas (Zaiat), con el objeto de cuestionar la magnitud de la pobreza relevada por el INDEC. Pretenden instituir la idea de que esta medición es fruto de un “Nuevo INDEC de Macri” a efectos de volver a negar la realidad tal cual lo hicieron hasta el final del Gobierno anterior.”
“El material que aquí presentamos demuestra el carácter disparatado, reaccionario, fundado en la ignorancia y la mentira que caracteriza a varios de los argumentos que estos sectores han planteado.”
1) Dicen que el INDEC usa una canasta muy exigente cuando, por ejemplo, lo que el organismo sostiene que una persona necesita 40$ por día para poder comer. Que exageración…
2) Dicen que el INDEC llevo a cabo un cambio metodológico con el objeto de sobreestimar la pobreza para que, a partir de este porcentaje, el gobierno de Macri pueda mostrar un descenso en los niveles registrados. En un acto de ignorancia supino pasan por alto que la suba o la baja (es decir la tendencia) depende de la evolución que registren el empleo y los ingresos pero no de la metodología, Si la metodología subestima o sobreestima tendrá el mismo efecto en todas las mediciones que con esa metodología se realicen.
3) Desconocen los trabajos realizados por el INDEC desde el 2003 y que indicaban la necesidad de producir actualizaciones y cambios metodológicos en la medición de la pobreza.
4) Le piden en la práctica al INDEC que mida la pobreza en el 2016 con el patrón de consumo de 1988, que solo contemplaba el consumo de la región del Gran Buenos Aires, de un estrato de la población ya empobrecido y le pide además que mantenga la relación entre consumo alimentario y bienes y servicios no alimentarios de hace tres décadas.
5) Establecen comparaciones internacionales donde ponen en relación la estructura de ingresos de los distintos países con la canasta de consumo argentina lo cual supone un verdadero dislate.
6) Sostienen que todo esto está hecho para destruir la Asignación Universal por Hijo cuando en la práctica hasta el momento el Macrismo ha seguido el camino inverso. Ha expandido en cerca de dos millones de pibes la cobertura sobre los menores de 18 años, y ha mantenido el régimen de movilidad de las asignaciones puesto en marcha por el Kirchnerismo”.