Adjuntamos el Primer Número del Boletín Social Estadístico del Instituto que desarrolla los siguientes puntos: Mercado laboral, salarios, costo laboral, distribución del ingreso y de la jornada laboral, condiciones de vida, y que concluye que resolver la pobreza es posible.
Para Lozano, “este boletín indica que de las 17 millones de personas que componen la ocupación urbana total, el 52% (9,3 millones de trabajadores) presentan distintas situaciones de precariedad. En este marco, el ingreso promedio de quienes trabajan fue, en el 2016, de apenas 10.167 pesos y más de 10 millones de trabajadores (el 60%) fueron retribuidos con ingresos inferiores a ese nivel. El salario mínimo vigente ($ 8.060) no logra cubrir las necesidades básicas de un trabajador sin carga de familia ($ 12.161,2) y encima el 35,5% de quienes trabajan cobran menos que el salario mínimo.
Lo expuesto es el resultado de una elevada tasa de explotación laboral en la que el excedente empresarial representa 3,3 veces lo que se le paga al trabajador. Dicho de otro modo, de las ocho horas de trabajo solo 1 hora y 51 minutos garantizan el salario, el resto 6 horas y 9 minutos constituyen excedente empresarial.
Durante el 2016, la política económica del gobierno de Macri agravó la situación distributiva y empeoró las condiciones de vida. Así, la pobreza creció en medio millón de personas, de las cuales 400.000 pasaron directamente a la indigencia. En este marco, la infantilización de la pobreza (1 de cada 2 pibes es pobre) es un precio demasiado caro para un país que con solo distribuir el 6% de su PBI, resolvería completamente ese flagelo”.