Este material describe la situación del grupo Techint, grupo con actividad en 45 países. El trabajo muestra las razones por las cuales no hay excusa para que este conglomerado empresario no haga su aporte en la presente coyuntura de emergencia sanitaria.
Para los autores, “el resultado acumulado del Grupo en los últimos cuatro años muestra un aumento de sus ventas del 214%, un resultado operativo que se expandió un 805%, ganancias netas que subieron un 5000%, ganancias por devaluaciones que se multiplican por 44 veces y un aumento en su resultado integral del 3244%, respecto al 2015. Como resultado de esto la fortuna de la familia Rocca pasó de ser de 4400 millones de dólares en el 2017 a 8000 millones de dólares en el 2019.
Estos resultados son la consecuencia de un proceso de acumulación sostenido en una permanente reducción de los costos laborales, vía poder de mercado, subsidios fiscales y devaluaciones espurias. El grupo empresario Techint está acostumbrado al mantenimiento de un proceso donde los que menos tienen le aporten a los que más tienen. Exactamente lo contrario del criterio distributivo que la hora requiere.
En los últimos años han ocurrido en la corporación, numerosas reorganizaciones societarias que lo llevaron de una identidad ítalo-argentina al pasaporte holandés de Paolo Rocca. La sociedad holandesa propietaria en última instancia del conjunto de firmas se llama Rocca & Partners RP STAK.
En todos los casos, entre la empresa local y Rocca existen entre cuatro y seis inversoras intermediarias, todas radicadas en guaridas fiscales. La salida del país se hizo para evadir el pago del impuesto a los bienes personales para las participaciones accionarias y societarias en el marco de una evidente estrategia de Planificación Fiscal Nociva.
La decisión de ocultar la información societaria al fisco dificultando la cadena de relaciones entre empresas, busca reducir y eludir impuestos, facilitar la realización de flujos financieros (lícitos o no) y evitar la jurisprudencia del código civil argentino.
Un grupo empresario acostumbrado a erosionar su base imponible para eludir pagos, requiere hoy de una actitud estatal firme, que declare de interés y utilidad pública su comportamiento a efectos de que los efectos nocivos de la pandemia no se agraven con los efectos nocivos que sobre la sociedad y el interés público produce su comportamiento económico.”
Elaborado por Tomás Raffo y Claudio Lozano del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) que coordina Ana Rameri.