Informe sobre el Aumento de la movilidad Jubilatoria, elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) fundado por Claudio Lozano y que coordina Ana Rameri.
Para el IPyPP, “el reciente aumento del 6,12% a los Jubilados no cumple siquiera con el compromiso que el gobierno asumió en ocasión de la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.
En aquel momento argumentó que la suspensión de la fórmula de movilidad anterior se daría en un marco de redistribución de los ingresos al interior del sistema previsional para recomponer el haber mínimo. Esto se tradujo en un aumento otorgado en marzo donde por vía de una suma fija el haber mínimo alcanzaba un incremento superior al que hubiese recibido con la fórmula anterior. En este caso, nada de esto ocurre.
El aumento es de 6,4 % para todos (incluido el haber mínimo) con lo cual todos los jubilados pierden respecto a la fórmula anterior.
Con el aumento otorgado los jubilados que cobran la mínima ni siquiera llegan a la cifra que percibieron en el mes de abril. Mes este en el que se les entregó un bono por la situación de emergencia sanitaria. Así las cosas, el aumento representa $972 por mes y $32 por día para los que reciben la mínima y estos acumulan un 19.9 % en los primeros seis meses contra el 23,7% que les hubiera correspondido.
A la vez, si bien el haber mínimo evidencia una ligera recuperación respecto a diciembre en términos de poder adquisitivo, en relación con el índice de alimentos, la capacidad adquisitiva de los jubilados no solo no crece sino que exhibe un pequeño descenso. Un jubilado que ganaba $30.400 en diciembre de 2019, en junio en función de los aumentos otorgados, percibirá $3016 menos que los que le hubiesen correspondido.
Resulta insólito que en un contexto donde las restricciones fiscales han pasado a un segundo plano, el gobierno haya decidido un aumento tan magro para el conjunto de los jubilados y sobre todo para con los que perciben la mínima.
Esperemos que este gesto de austeridad para con las cuentas previsionales, no tenga por detrás una señal al FMI. Organismo que sabemos, insiste una y otra vez con la necesidad de reducir el gasto en jubilaciones. La situación es por demás injusta y debe corregirse cuanto antes.»