Presentamos el informe de coyuntura del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas en el que se describe un cambio de escenario y que reclama mayores restricciones en la circulación de personas.
Para Lozano, “la prioridad es la emergencia sanitaria y acompañamos la determinación planteada por el gobierno nacional de restringir la circulación en el AMBA así como también en las zonas del país con mayor riesgo epidemiológico. Más aún, creemos que hay que salir de este debate respecto al cierre transitorio de las escuelas y avanzar en un cierre completo de actividades manteniendo solo las esenciales durante 20 días o un mes”.
Esta decisión debiera estar acompañada por:
Shock Sanitario: Es imprescindible garantizar la producción de la vacuna en el territorio nacional acentuando el control público sobre el acuerdo entre el Laboratorio Richmond para la producción local de la Sputnik V para evitar incumplimientos como el ocurrido en el acuerdo que involucra a la vacuna de Astrazeneca.
Shock de Justicia Social:
- Un sistema de garantía de ingresos de carácter suficiente para toda la población.
- El congelamiento de los precios de la canasta de consumo.
- Aumentos salariales, recomposición real del salario mínimo, de las jubilaciones y pensiones y la puesta en marcha de un Ingreso Básico que garantice la Universalización de los ingresos hacia la población informal y en situación de desempleo.
- Un nuevo ATP para las empresas en crisis.
La postergación de las negociaciones y la suspensión de los pagos al FMI y al Club de París que totalizan U$S 8.175 millones para este año.
Sostener el Impuesto a las Grandes Fortunas: la situación exige que se prolongue hasta que termine la emergencia sanitaria profundizando las estrategias de control y fiscalización para avanzar sobre los millonarios que buscan eludir el pago.
Hacer uso del Margen Fiscal Disponible no anticipado en el Presupuesto 2021: La mayor recaudación de impuestos vinculados al comercio exterior gracias al contexto de precios internacionales favorables podría proveer $500.000 millones adicionales (cerca del 1,5 p.p. del PBI) a lo originalmente proyectado en el presupuesto 2021.
Recuperar las herramientas de política monetaria: El Estado no debe continuar restringiendo la oferta monetaria como lo vino haciendo en los últimos meses. La emisión monetaria es válida y necesaria en el marco de reforzamiento de controles en el plano de la regulaciones cambiarias (particularmente por el lado de asegurar la oferta de divisas) y estableciendo un control estricto sobre el sistema de precios.