Para Lozano, «en el marco de los últimos datos de inflación y en un contexto de enfriamiento de la actividad económica donde se deterioran los ingresos y se debilita la generación de empleo, cada punto de inflación implica la posibilidad de mayores niveles de pobreza. Lo cual es aún más preocupante en el contexto de la afirmación de un nuevo escalón en materia de pobreza que vive hoy la Argentina.
Luego de la crisis generada por el macrismo durante los años 2018 y 2019 y luego de la pandemia, se llegó a un nuevo pico de pobreza que involucró al 47% de la población.
Luego, en el contexto de recuperación de la actividad económica, si bien la pobreza ha descendido lentamente, lo hace estableciendo un nuevo piso mucho más alto que el que existía anteriormente.
Mientras en la etapa anterior, antes de la crisis macrista, el piso estaba en el orden del 30% y la indigencia en el orden del 6%, en la nueva etapa que hoy transitamos, la pobreza en promedio, se ubica en torno al 37% y la indigencia se acerca al 9% del total.
Es más, en la última medición correspondiente al segundo trimestre del 2022, se necesitó un producto aún mayor (6 puntos arriba del que teníamos al final de la etapa Macri), para tener el mismo nivel de pobreza que en el pico de la gestión de Cambiemos. Macri se fue con 38,3% de pobreza.
Hoy hay 38,2%, a pesar de que la economía está un 6% por encima de lo que estaba en aquel momento.
Hay un nuevo escalón de pobreza y hambre en la Argentina y esto se transforma en una cuestión urgente a priorizar para comenzar a recomponer las condiciones de vida de la población. También, para reconciliar al Frente de Todos con su propia base electoral».
Síntesis del Informe:
Los indicadores oficiales referidos a las condiciones de vida de la población dan cuenta de que en el último año se ha consolidado en la sociedad argentina un nivel más alto de pobreza.
Con esto nos referimos a que, más allá de los saltos que este indicador pudo haber tenido a causa de las crisis económicas provocadas primero por la gestión de Cambiemos y luego por la irrupción de la pandemia, una vez que la actividad económica logró recomponerse, la pobreza ya no se redujo a los niveles que exhibía previamente. En tanto, la recuperación de la actividad económica se da en un contexto de ampliación de la desigualdad en la distribución de los ingresos, esto impidió que la recuperación nos permitiera retornar a los niveles anteriores de pobreza y de indigencia. La pobreza está 7 puntos arriba de lo que estaba en la etapa previa a la crisis del macrismo, y la indiferencia está en casi 3 puntos por encima de lo que estaba al final del período de Cambiemos.
Para mantener niveles de pobreza similares al techo que había dejado la crisis macrista (38,3% a fines de 2019), hoy es necesario generar un producto social mayor al de aquel entonces.
En este sentido, una vez superada la crisis económica provocada por la recesión de 2018-2019 y profundizada por la pandemia, la pobreza y la indigencia se consolidan en un nivel más alto al que registraban con anterioridad.
El último dato disponible, correspondiente al 2do trimestre 2022 y enmarcado en un proceso de recuperación económica sostenida desde la salida de la pandemia, refleja un nivel de pobreza del 38,2%, superior al promedio de la gestión de Cambiemos, que estuvo en torno al 32%.
Lo preocupante del panorama actual, es que este nuevo escalón constituye el piso a partir del cual se espera que crezca la pobreza en los próximos meses, producto de la desaceleración de la actividad económica y un posible escenario recesivo impulsado por las políticas contractivas implementadas por el Ministro Massa, en conjunto con una fuerte aceleración de la inflación que está provocando un rápido deterioro en los ingresos de los hogares.