Lozano: “La búsqueda de la suma del poder público para desguazar la Nación, depredar el ambiente, demoler ingresos y expropiar derechos, se sitúa como conducta política, en ese territorio que nuestra Constitución Nacional define como el delito de infames traidores a la Patria. Es por esta razón, que más allá de los análisis sectoriales que pueden y deben hacerse respecto a los distintos capítulos que tienen tanto el DNU como la Ley Ómnibus, la posición que debe adoptarse frente a ambos es la de su rechazo frontal y completo.”
Informe “Elementos de Análisis para el rechazo del DNU y del Proyecto de Ley Ómnibus”, elaborado por el equipo del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas. Los elementos de análisis que proponemos en este material, están pensados como un aporte al proceso de movilización, organización social y desarrollo institucional que debemos transitar como pueblo y sociedad.
📌En el informe de 46 páginas se presentan y analizan al menos cinco tendencias de la estructura económica y sociolaboral argentina que reforzaría el DNU y el proyecto de ley “Base”.
1️⃣Mayor concentración y extranjerización de la economía.
2️⃣Desindustrialización y Argentina for export.
3️⃣Consolidación de un Estado Neoliberal: garantizar y proteger espacios de negocio, liquidar el patrimonio público y generar condiciones para el endeudamiento externo.
4️⃣El paroxismo de la desigualdad y un Estado Hood-Robin.
5️⃣La reforma laboral: Avance sobre la flexibilización de las relaciones de trabajo.
📌El Estado neoliberal que busca consolidarse no es un Estado ausente, por el contrario, es un Estado atento a la realización de la rentabilidad esperada de los principales negocios que tiene entre sus principales funciones, no sólo desmontar las regulaciones, sino frenar el avance de la comunidad. La cristalización de un Estado Neoliberal no podemos definirla por su ausencia sino por una feroz presencia.
👉🏽 No se trata meramente del retorno de liberalismo económico, más grave aún, en el contexto mundial de ultraconcentración de los ingresos y la riqueza en pocas corporaciones internacionales bajo el influjo creciente de las finanzas, el desmantelamiento de prácticamente el conjunto de instituciones públicas de promoción y regulación, implica cristalizar una economía corporativista, el colectivismo de los poderosos.
Las tendencias descriptas se inscriben en una estrategia de carácter fundacional dirigida a implantar, de manera definitiva, un nuevo régimen de regulación de la sociedad. Para ese objetivo, las políticas que se impulsan asumen como necesario un camino de sufrimiento social que acepta la posibilidad de un contexto hiperinflacionario y/o de un derrumbe profundo de los ingresos, la actividad económica y el empleo, con un norte que incluye la dolarización de facto. En ese marco cobra valor el rasgo institucional que define al DNU, a la Ley Ómnibus y al paquete de definiciones que reprimen y criminalizan la protesta social.
La búsqueda de la suma del poder público para desguazar la Nación, depredar el ambiente, demoler ingresos y expropiar derechos, se sitúa como conducta política, en ese territorio que nuestra Constitución Nacional define como el delito de infames traidores a la Patria. Es por esta razón, que más allá de los análisis sectoriales que pueden y deben hacerse respecto a los distintos capítulos que tienen tanto el DNU como la Ley Ómnibus, la posición que debe adoptarse frente a ambos es la de su rechazo frontal y completo.
Que frente a la dimensión de lo que está aconteciendo, el Parlamento no se haya autoconvocado para rechazar el DNU, y que la Corte Suprema de Justicia no haya señalado la inconstitucionalidad flagrante en la que incurre el Poder Ejecutivo, revela una debilidad institucional tal, que a la vez es explicativa del por qué hemos llegado a un cuadro de situación donde atravesamos el intento de un Golpe de Estado en el seno de la propia institucionalidad.
Es por esto que estos elementos de análisis que proponemos en este material, están pensados como un aporte al proceso de movilización, organización social y desarrollo institucional que debemos transitar como pueblo y sociedad.
El camino que se viene recorriendo a partir de las múltiples reacciones sociales que irrumpieron a partir de las definiciones cuasi dictatoriales del nuevo gobierno, que tiene un punto central en la jornada nacional de Paro y Movilización del próximo 24 de enero, es el camino que debemos profundizar con el objeto de crear un nuevo Frente Político y Social que sea capaz de articular la resistencia a este intento de hacer extremo el sufrimiento de nuestro pueblo, con la tarea de enarbolar el Proyecto Emancipatorio que la Argentina necesita y que no supimos construir para las elecciones del 2023.