Síntesis del material adjunto:
• Los primeros tres meses de la gestión de Milei acumulan USD 3.240 millones de superávit comercial, un resultado que, si bien parece positivo, tiene por detrás, los efectos de la profundización de la recesión económica con sus consecuencias sociales y en materia de empleo.
• El retroceso de las importaciones, más acelerado que el ocurrido durante la recesión 2018/19 de Macri, revela la voracidad del industricidio actual. Por otra parte, la buena performance de las exportaciones da cuenta de la restauración de las condiciones climáticas (fenómeno exógeno) y nada tiene que ver con la política comercial ni la megadevaluación de la administración de Milei.
• En los próximos meses puede ocurrir que la limitación actual en la disponibilidad de divisas para las importaciones puede verse transitoriamente aliviada por la recomposición de reservas en el marco de un escenario promisorio para las exportaciones, aunque la laxitud de la autoridad monetaria frente a la obligatoriedad de liquidación de divisas por parte de los exportadores puede llegar a contrarrestar los efectos positivos.
• Un nuevo ciclo de endeudamiento comercial para empresas importadoras tiene implícito el riesgo de volver a transformarse en deuda pública dolarizada, una operatoria que podría resolverse controlando el comercio exterior y con mayor efectividad la oferta de dólares que ingresan a la Argentina vía exportaciones, pero también auditando la trazabilidad de las compras al exterior, identificando importadores en un padrón según su situación financiera, y otras condiciones de control que este gobierno acaba de remover.