Informe sobre Recaudación Tributaria y Ejecución Presupuestaria IV Trimestre 2017, elaborado por Mariana Rivolta y Claudio Lozano.
Para Lozano, “las cuentas públicas de 2017 consolidan un nuevo tipo de intervención del Estado Nacional cuyas características son las siguientes: desfinanciamiento del Estado en un marco de agravamiento de la regresividad impositiva, ajuste general del Gasto en todos los rubros con excepción solo de la Seguridad social en razón de los efectos de la ley de reparación histórica, fuerte reducción de los subsidios y transferencia a los hogares y a las empresas (vía incremento tarifario) del sostenimiento de la renta de las petroleras y fuerte incremento del endeudamiento. Así, al comparar el 2017 con el año 2013, hay una reducción de 10 puntos en el rubro servicios económicos (subsidios) un ligero aumento de 4 puntos en los Servicios Sociales y una duplicación (6 puntos porcentuales) del pago de intereses por deuda pública.
Pese al ajuste del gasto, la operación de desfinanciamiento que se operara durante los últimos dos años, no permitió el cumplimiento de las metas fiscales que el propio Gobierno se fijara.
En ese marco, y comparando la situación con el año 2015, el denominado déficit primario creció un 147% y el financiero trepó un 171% en un contexto de triplicación de los intereses de la deuda. De este modo, mientras se expande el déficit global del Estado se va consolidando un cambio en su composición donde cada vez pesa más el déficit financiero que el primario.
Por último, y como nota de color, cabe señalar que, más allá de lo previsto, no se observó el tan mentado aumento del gasto de capital (inversión). Hay un escaso incremento respecto al 2016 aunque con un mayor grado de ejecución y un notable manejo electoral de su asignación. En este sentido, el gasto de capital (obra pública) se concentra entre marzo y septiembre para caer de manera abrupta en el último trimestre del año, luego de las elecciones. En concreto lo destinado a gasto de capital por parte del Estado es un 75% inferior a lo pagado por deuda. Tanto este señalamiento como lo ya observado respecto al aumento del déficit global con creciente participación del déficit financiero, indican que el endeudamiento no está financiando inversión. El nuevo endeudamiento está pagando deuda vieja«.