Informe «una recomposición precaria», elaborado por Claudio Lozano y el equipo del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que coordina Ana Rameri.
Para Lozano, “los datos del tercer trimestre revelan una recomposición del empleo como resultado del restablecimiento de casi la mitad de las ocupaciones que habían quedado suspendidas durante el período más crítico de la pandemia. La tasa de empleo aumenta del 33,4% al 37,4% pero se sitúa todavía por debajo de los niveles prepandémicos. Una recomposición basada en el regreso de ocupaciones precarias e informales (explican la totalidad de las nuevas ocupaciones) pero que han visto profundizar aún más el carácter endeble de su inserción. Se restableció casi el 100% de inserciones de autoempleo, cerca de un tercio de los asalariados no registrados al tiempo que la subocupación y la demanda de empleo entre los ocupados aumenta significativamente. Es decir, las changas y el trabajo no registrado que reanudan actividad lo hacen con una menor carga horaria, en consecuencia, a cambio de menores ingresos laborales.
La caída de la tasa de desocupación, del 13,1% al 11,7%, no refleja efectivamente una menor cantidad de personas desocupadas. Esta se sostiene prácticamente en los mismos niveles. La población que quedó sin trabajo durante este último tiempo rebasa los límites de la desocupación y se encuentra hoy también en lo que estadísticamente se considera población inactiva. Más aún, si consideráramos la actividad prepandémica, la tasa de desocupación en este trimestre sería del 20,6%.
El empleo formal, por el contrario, continúa cayendo marginalmente lo cual indica que el insumo de mano de obra asalariada registrada esta planchada reduciendo aún más la oportunidad de trabajo decente para la fuerza de trabajo excluida de la misma. En este trimestre se experimentó una recuperación del 12% de la actividad económica que, a la luz de los datos recién publicados, no ha tenido tracción sobre el empleo asalariado formal. Un comportamiento como este no brinda una perspectiva auspiciosa sobre las bondades que el crecimiento económico pueda tener sobre el mercado laboral.
Como nos enseña este trimestre, es el rebusque de la gente, la lucha por la subsistencia la que moviliza una mercado laboral fuertemente golpeado por la pandemia.