Informe elaborado por Claudio Lozano y el equipo del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que coordina Ana Rameri.
Para Lozano, “la situación de ingresos de amplios sectores de la población está en emergencia. Las medidas anunciadas por el ministro Massa tardaron en llegar pero cuando lo hicieron dejaron sabor a poco y en algunos casos a casi nada, como por ejemplo para el amplio segmento de los/as monotributistas.
Para simplificar los números que presentamos en este breve informe podemos decir que la conclusión es “pasar de estar mal a menos mal, sólo por un rato”.
Así, los/as jubilados/as que cuando iban al supermercado se volvían hasta hoy con el 29% de lo que necesitan para vivir, luego del bono se llevarán el 42%.
Las madres con hijos/as que reciben un complemento por la vía de la AUH y la Tarjeta Alimentar tendrán sólo dos meses donde dejarán de perder poder de compra para luego, en noviembre, volver a la situación anterior que consiste en sostener una detracción de dos dígitos en el nivel de sus ingresos.
Quienes aún conservan los derechos laborales y sociales por la vía del empleo, los empleados/as del sector privado (y habrá que ver si llega también a los/as estatales provinciales y municipales), compensarán apenas, en el mejor de los casos, los dos meses más duros del salto inflacionario.
Por otro lado, 11 millones de personas quedan afuera de las medidas más importantes. Sólo algunas muestras de lo insuficiente que resulta la insensatez de brindar contención social al tiempo de querer contener el gasto social para honrar el juramento con FMI. Para ser más precisos, no es ayuda social lo que se reclama, se precisa una política que le devuelva a las mayorías, los ingresos arrebatados por ochos años de mala praxis en la política económica que llevó a rebanar el 40% de las jubilaciones y el 30% del salario y la mitad de los ingresos de quienes no están registrados.»