Déficit Cero, mayor progresividad tributaria y ajuste real del gasto social.

Informe sobre Déficit Cero, mayor progresividad tributaria y ajuste real del gasto social. Excesiva prudencia fiscal en la ejecución de las cuentas fiscales al 1er Semestre 2021, elaborado por Claudio Lozano, junto a Horacio Fernández, Samantha Horowitz y Eugenia Ventura Flossi.

Para los autores, “La información fiscal acumulada al primer semestre 2021 del Sector Público Nacional expone una lógica de contención del gasto corriente para lograr minimizar el déficit fiscal, a la vez que convalida la estrategia original de austeridad, iniciada en los primeros meses de 2020, que ignora la continuidad de la pandemia y sus consecuencias tanto en la economía como a nivel sociolaboral. Se registra un déficit primario mucho menor al esperado que se explica por el ingreso extraordinario de recursos combinado con un ajuste operado sobre los gastos corrientes primarios: prestaciones sociales, jubilaciones, salarios y otros.

– Se advierten reducciones reales interanuales en las principales partidas del gasto corriente (prestaciones sociales -20%, salarios públicos -9% y transferencias corrientes a provincias -48%). Se observa, sin embargo, un aumento real interanual en subsidios económicos (+13%) y en el gasto de capital (+56% variación real). Dentro del ajuste verificado en prestaciones sociales se destaca la caída real de “Otros programas sociales” (-52% real), vinculado al desarme del gasto de las principales políticas públicas focalizadas en la atención de la cuarentena estricta (IFE y ATP), aunque también se constataron reducciones reales en Jubilaciones y pensiones (-11%), AUH (-5%), Asignaciones Familiares (-12%), Pensiones no contributivas (-19%) y Prestaciones del INSSJP (-16%).

– El alza inesperada de los precios internacionales (que derivó en un extraordinario aumento de ingresos por impuestos al comercio exterior), la recaudación por el Aporte Solidario y la creciente inflación, redundaron en los primeros seis meses del año en recursos fiscales muy por encima de los presupuestados, ayudando a contener el déficit primario en un 63%.

– Sin embargo, la recaudación por Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social perdió́ un -5% real interanual dando cuenta del deterioro en el nivel de empleo registrado y del atraso de la masa salarial con respecto a la evolución del nivel general de precios.

– Con respecto al financiamiento del déficit,  la asistencia del BCRA alcanzó durante el primer semestre el 0,81% del producto (Adelantos Transitorios por $190.000 millones y Transferencia de Utilidades por $140.000 millones), mientras que el financiamiento neto conseguido por colocaciones de deuda en pesos representó el 0,88% (el Gobierno enfrentó vencimientos de capital e intereses en pesos por $1,45 billones, realizó colocaciones de deuda por $1,80 billones, obteniendo un financiamiento neto positivo acumulado de $356.052 millones).

– Por lo tanto, la dinámica descripta de sobreactuación en la prudencia fiscal derivó en un déficit primario del 0,5% del PBI, un registro sorprendentemente bajo para un semestre asolado por la segunda ola pandémica, 2,7 p.p. menor que el primer semestre 2020. Este resultado es el menor desde 2016, a excepción del primer semestre 2019, año que ilustró las exigencias de ajuste presupuestario dispuestas por el FMI.

– Resta preguntarse si este esquema entrará en “modo electoral” en los próximos meses liberando parcialmente la canilla del gasto o si se consolidará, en el próximo semestre cuando se reduzca el ingreso de recursos extraordinarios del Aporte Solidario y las retenciones, el ajuste fiscal verificado en lo que va del año.